Hay un tipo de liderazgo que rara vez se encuentra bajo los reflectores, pero cuya presencia es esencial para que todo funcione con fluidez e impacto. Es un liderazgo silencioso, estratégico y profundamente conectado con las personas, el negocio y las decisiones clave de la organización.

En Nubank, y en muchas otras empresas, este rol tiene un nombre que cada vez cobra más relevancia: Chief of Staff.

Aunque muchas veces se asocia con la organización de reuniones o la gestión operativa, el rol de Chief of Staff va mucho más allá. En su forma más poderosa, es estratégico por naturaleza: conecta visión con ejecución, anticipa riesgos, alinea prioridades y garantiza que los líderes estén enfocados en lo que realmente importa. Es el engranaje invisible que permite que la organización avance con coherencia y claridad.

Conversamos con Cristina Otto y Sheila Oliveira, quienes desempeñan este rol en contextos distintos dentro de Nu, pero comparten algo esencial: su impacto no está en brillar individualmente, sino en orquestar el brillo de los demás. Transforman ideas en movimiento, abren camino para el liderazgo de otros y aseguran que las estrategias se traduzcan en acción sin perder su esencia.

La Chief of Staff es la fuerza invisible que convierte la estrategia en ejecución. — Sheila Oliveira

Puente y radar

Cristina compara su papel con un puente. Ella conecta líderes con equipos, áreas con prioridades, y decisiones con consecuencias. También actúa como filtro, gestionando las tareas operativas y llamando la atención del ejecutivo sólo sobre lo que realmente importa.

Sheila visualiza el rol como un radar emocional y estratégico a la vez. Gestionamos mediante la influencia, dice. En ambientes altamente complejos, donde nadie te reporta directamente, la confianza abre puertas. Escuchar con empatía, entender matices, saber cuándo intervenir y respetar el espacio de los demás mientras construyes el tuyo propio es clave.

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El día a día en Nu: contexto, cambio y conexión

Si existe una rutina, es una improvisación estratégica constante. Cada semana puede comenzar con un plan y terminar con otro completamente distinto, pero siempre guiado por un propósito claro. Un Chief of Staff no simplemente reacciona ante cambios; captura hábilmente las sutilezas del negocio, anticipa riesgos y recalibra estrategias de forma proactiva.

A veces llegamos con nuestro propio backlog y salimos de la reunión con una lista totalmente diferente, cuenta Sheila. No se trata solo de reorganizar agendas, sino de realinear estratégicamente según insights de líderes y el contexto del mercado. Es identificar precisamente cuáles movimientos realmente importan para las metas estratégicas de la compañía.

Cristina comparte un enfoque similar: Cada lunes reviso la agenda de mi ejecutivo y pregunto: ¿hay algo que pueda facilitar? Esa conversación puede redefinir el foco de toda la semana. Más que facilitar agendas, es asegurar que cada acción esté alineada con la visión estratégica y los desafíos reales que emergen en el día a día.

Navegar diversos temas, priorizar con criterio, interpretar las demandas del negocio y cambiar rápidamente de contexto son habilidades esenciales del Chief of Staff. La comodidad con la incertidumbre y una aguda percepción estratégica son fundamentales: no basta con gestionar cambios, es necesario comprender claramente qué significa cada cambio para los objetivos de largo plazo.

Influencia sin autoridad

Los Chiefs of Staff son responsables de facilitar las decisiones, anticiparse a los riesgos y garantizar la alineación entre áreas. Esto requiere una influencia basada en la confianza y la coherencia de los resultados.

Somos responsables por muchas cosas sin tener subordinados directos. La influencia lo es todo. Las personas prestan atención solo si perciben que realmente agregas valor, dice Cristina.

Sheila insiste en la importancia de adaptar la comunicación en función del público y el contexto. Para los equipos, más es más. Para los ejecutivos, menos es más, afirma. Este modelo es fundamental porque cada nivel de la organización necesita distintos niveles de contexto para tomar decisiones eficaces.

Los ejecutivos suelen disponer de tiempo limitado y necesitan una claridad estratégica rápida. Demasiada información a este nivel puede generar ruido y pérdida de atención. Los equipos operativos, por su parte, necesitan una comprensión más profunda de las razones que subyacen a las decisiones para ejecutarlas con eficacia y determinación.

El valor de un Chief of Staff reside precisamente en afinar el mensaje, comprendiendo las necesidades específicas de cada grupo. Sheila explica: Hay que saber exactamente qué cantidad y tipo de información hay que transmitir para garantizar que todo el mundo esté alineado, comprometido y lo suficientemente claro como para actuar.

Midiendo el impacto tras bambalinas

Tal vez el mayor desafío del rol es este: generar impacto sin estar en el centro de la escena. Es un trabajo que brilla cuando no se ve.

Para Cristina, el éxito está en anticipar problemas antes de que aparezcan. “El éxito es cuando nada se rompe. Cuando mi ejecutivo tiene el contexto que necesita, las prioridades están claras y los equipos pueden enfocarse en ejecutar”, dice. Ese impacto se nota directamente en el ritmo operacional: menos fricción, más efectividad.

Sheila añade que su influencia va mucho más allá del apoyo a la alta dirección. “Mi rol es quitar obstáculos, conectar puntos entre equipos y asegurarme de que la intención estratégica se convierta en acción. Cuando aceleramos decisiones y aclaramos prioridades, el impacto se ve tanto en el día a día como en los resultados de largo plazo.”

En resumen: no se trata solo de asistir a los líderes, sino de habilitar al negocio para moverse mejor y más rápido, todos los días.

Una carrera sin un solo camino

No hay una única trayectoria para llegar al rol de Chief of Staff. Cristina viene de la ingeniería y la gestión de producto. Sheila hizo carrera como asistente ejecutiva de CEOs por más de veinte años. Dentro y fuera de Nubank, hay Chiefs of Staff que provienen de Producto, Finanzas, Comunicación, Consultoría y Operaciones.

Lo que realmente importa son las habilidades esenciales que se desarrollan en el camino: gestión de stakeholders, organización, detección temprana de riesgos (“smoke detection”), capacidad analítica y de resolución de problemas, visión de negocio (“business sense”) y la habilidad para sintetizar información en mensajes ejecutivos claros.

Todas estas capacidades se combinan en un rol que, como dice Sheila, es un verdadero acelerador de liderazgo. “Es el único rol que te prepara para cualquier otro”, afirma. “Pero también puede ser un destino en sí mismo, si lo que te motiva es este tipo de desafío.”

Para quienes desean seguir este camino

Su mensaje final es una invitación: no esperes estar listo para intentarlo. Habla con personas que ya viven este rol. Entiende los diferentes estilos. Descubre cuál va contigo, recomienda Cristina.

Y no pienses que debes empezar desde arriba. Comienza desde donde estás. Yo también he estado en ese lugar de pensar que no era suficiente, dice Sheila, recordando que la duda suele acompañar a quienes más tienen que aportar.

Al final, quizás el gran secreto de la Chief of Staff sea este: ser la persona que conecta a las demás. Que une visión y ejecución, estrategia y cuidado, claridad y confianza.

Es un rol silencioso, pero decisivo. A veces invisible, pero siempre indispensable. Y cuando se ejerce bien, transforma todo a su alrededor.

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